Yo obtuve una segunda ciudadanía de mi país natal, y tu deberías hacerlo también.

Illustration by Jonathan Valenzuela Mejia

Siempre he sido consciente de mi nacionalidad Guatemalteca, debido a que mis padres siempre nos decían a mis hermanos y yo que teníamos que aceptar nuestra herencia cultural y estar orgullosos de nuestros orígenes. Yo nunca había pensado necesitar otro pasaporte hasta que me di cuenta que los Estados Unidos no están en la mejor posición ahorita y pensé que en el futuro, quisiera mudarme a otro país.

Aunque Guatemala tampoco es el país más estable, es mi patria ancestral y la mayoría de mi familia aún vive ahí. Yo pensé que costaría nada en buscar el proceso para hacerme ciudadano, dado que mis dos padres son ciudadanos guatemaltecos. Cuanto más averiguaba sobre el proceso, me di cuenta que el proceso no era tan difícil como yo pensaba al principio. En haciéndome ciudadano de Guatemala, yo tendría un Plan B en caso que las cosas empeoren en los Estados Unidos.

Todos los países latinoamericanos basan sus ciudadanías en dos estándares, el jus soli (derecho por tierra) y el jus sanguinis (derecho por sangre). La mayoría de países en América brindan ciudadanía a cualquier persona nacida en su territorio pero todos los países en Latinoamérica dan ciudadanía a esos hijos nacidos en el extranjero a sus ciudadanos. En este caso, Guatemala brinda la ciudadanía a hijos nacidos a sus ciudadanos en el extranjero, en esta situación, mis hermanos y yo. La constitución guatemalteca actualmente dicta que yo tengo el derecho de reclamar mi ciudadanía guatemalteca y que yo solamente tenía que seguir el procedimiento dictado para reclamarlo.

Esta es la situación para la mayoría, sino, todos los países Latinoamericanos, desde México y El Salvador a Ecuador, Brasil y Colombia. Básicamente, si tus padres o abuelos emigraron desde un país latinoamericano, tú probablemente tienes el derecho de obtener la ciudadanía de ese país. ¿Pero por qué pasar por este proceso? Para unos países, este proceso puede ser un desastre largo burocrático y hubiera sido para mi también si hubiera comenzado este proceso después de que cumpliera dieciocho años. Actualmente, yo hice la mayoría de este proceso a los diecisiete años, que simplificó el proceso y me permitió utilizar el proceso disponible solo para los menores de edad. En países como Costa Rica o Bolivia, y en mi caso, Guatemala, hay procesos simplificados disponibles. Mis padres solamente tenían que registrarse al consulado guatemalteco y traer mi acta de nacimiento, sus actas de nacimiento y sus tarjetas de identidad guatemaltecas además de una evidencia de residencia. El proceso fue gratuito y solo tardó más de una hora. Pero, tuve que esperar unos meses para poder ser registrado en Guatemala, debido a que el papeleo fue enviado de California a Ciudad de Guatemala. Después, obtuve mi acta de nacimiento guatemalteco, con la cual pude obtener mi pasaporte y tarjeta de identidad guatemalteco.

 

¿Pero porqué pasar por este proceso para obtener la doble ciudadanía?

1. Tienes otro país a cual tu puedes ir en caso de lo que sea, como una emergencia que te cause querer mudarte de los Estados Unidos. Deberas que nunca sabes lo que mañana traerá y con otro pasaporte de un país diferente, tendrás un Plan B ya alineado.

2. ¡Puedes obtener otro pasaporte! Unos países te permiten viajar por menos o hasta sin una visa, que no siempre es el caso con el pasaporte estadounidense. Por ejemplo, el pasaporte guatemalteco, para la mayoría, es más “débil” que el estadounidense, significando que uno puede entrar a menos países sin visa. Pero, teniendo doble ciudadanía tiene sus beneficios. En algunos casos, entrar a un país con una segunda ciudadanía puede ser más barato que usando la ciudadanía estadounidense. Por ejemplo, es más barato entrar a países como Paraguay o Turquía como guatemalteco y no un estadounidense

¡Cuidado! Aunque los Estados Unidos te permite múltiples ciudadanías y pasaportes, siempre tienes que entrar y salir de los Estados Unidos con tu pasaporte estadounidense. Entonces si al final consigues otra ciudadanía, asegúrate de que siempre salgas y entres a los Estados Unidos con tu pasaporte estadounidense. 

3. Teniendo la ciudadanía en tu patria familiar también te permite tener derechos sobre cualquier herencia que tu familia pueda dejarte. Por ejemplo, en México es más difícil heredar tierras como extranjero que como ciudadano. Si tus padres o abuelos tienen propiedades en sus países de origen que quieren dejarte, es beneficioso ser ciudadano de ese país. A veces, muchos países no permiten o dificultan el proceso para que los extranjeros posean y retengan tierras. Nuevamente, en México, los extranjeros por sí solos no pueden poseer tierras dentro de “zonas restringidas,” pero los ciudadanos pueden poseer tierras en cualquier parte del país. Obtener la doble ciudadanía te permitiría heredar esas propiedades con menos problemas burocráticos.

4. Obteniendo la doble ciudadanía no es un gran inconveniente en el caso de la mayoría de los países. Aún con obstáculos en el camino, es algo que vale la pena seguir. Algunos países como la República Dominicana, Panamá o Cuba cobran bastante por hacer este proceso. Otros países como Chile, Perú o Argentina no cobran nada. En realidad, todo depende de los países de los que tu tengas ascendencia. Las personas adineradas suelen comprar la ciudadanía de otros países para tener un pasaporte diferente por contratar empresas como Nomad Capitalist. Tú, por otro lado, tienes la opción de obtener otra ciudadanía sin tener que gastar cientos de miles de dólares.

5. ¡Hazlo por tus orígenes y tu familia! Ser ciudadano de tu país de origen puede brindarte una conexión más cercana con tu país de origen y hacer que te sientas más orgulloso de tus propias raíces. Personalmente, cada vez que veo mi pasaporte guatemalteco, me siento más conectado con mis raíces.

6. Una ventaja de tener doble ciudadanía en un país latinoamericano es que si alguna vez quieres mudarte a España, puedes obtener la ciudadanía en dos años. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores español, “los nacionales de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal o personas de origen sefardí” pueden obtener la ciudadanía española por residencia en dos años. Esto significa que si eres ciudadano de un país latinoamericano, solo tienes que residir legalmente en España durante dos años antes de ser elegible para la ciudadanía. Sin embargo, ten en cuenta que estudiar en España no cuenta para los dos años, por lo que necesitarás tener un trabajo o alguna otra residencia válida en España.

 

En fin, ten en cuenta que para algunos, el proceso de obtener la doble ciudadanía no será fácil. Aunque mi proceso fue relativamente simple, si hubiera comenzado el proceso después de cumplir los dieciocho años, hubiera requerido la asistencia de un abogado en Guatemala y mucho papeleo adicional. Es vital que investigues sobre tu país o países de origen y veas qué procedimientos tienes que seguir para obtener la ciudadanía. Para la mayoría de los países, el proceso de ciudadanía comienza en el consulado del país, así que usa tu consulado más cercano como un recurso valioso y contáctelos a través de su Facebook, número de teléfono y correo electrónico.

En general, no me arrepiento de haber pasado por el proceso de obtener la doble ciudadanía. Es genial tener un segundo pasaporte y, una vez que se vuelva a viajar, será mucho más útil. ¡Hazte un favor y obtén tu segunda ciudadanía!

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