Latines en Europa: Italia

Credito de la Foto: Sofia Ramirez Duque

Latines en Europa: Tienda Latina, un pedazo de América Latina en la bota italiana

Este artículo es parte de una próxima serie de experiencias latinoamericanas en el continente europeo.

 

Piacenza es una ciudad ubicada en la región norteña de Emilia-Romagna de Italia con una población de aproximadamente 100,000 personas. Está aproximadamente a una hora de Milán y, como muchas de las ciudades del norte de Italia, tiene calles caminables, plazas y un clima agradable. Si bien es una ciudad relativamente relajada y tranquila, alberga unas universidades, incluida la Università Cattolica del Sacro Cuore. Muchos estudiantes de todo el mundo han venido a estudiar a Piacenza. Algunos de estos estudiantes internacionales provienen de países latinoamericanos, como México, Guatemala, Venezuela y más. A esta ciudad no solo han venido estudiantes latinoamericanos, sino también inmigrantes latinoamericanos que han venido a vivir a esta típica ciudad italiana y algunos incluso han establecido sus propios negocios. Sin embargo, un negocio en particular se destaca por la historia que hay detrás de el.

 

Tienda Latina abrió sus puertas el 1 de septiembre de 2022. La historia detrás de la tienda y sus dueños han formado a la tienda desde su principio. La copropietaria Sofía Duque Ramírez es una joven de 21 años que emigró a Italia desde su país natal de El Salvador en el 2017 con su familia debido a las oportunidades laborales que se le presentaron a su madre, quien es arquitecta. La familia de Sofía siempre quiso iniciar un negocio, pero la oportunidad de hacerlo nunca se presentó hasta que se mudaron a Italia. Una llamada inesperada de una compatriota salvadoreña que ya no podía continuar con su negocio en Italia debido a que se enfermó brindó esta oportunidad cuando ofreció a vender su negocio a la familia de Sofía.

 

Sofía y su familia vieron una oportunidad para vender productos alimenticios latinoamericanos en Piacenza ya que alberga una importante población latina. Aunque pudieron haber cambiado lo que se vendía en la tienda, Sofía dijo que decidieron mantener el negocio con productos alimenticios ya que no había otra tienda enfocada al paladar latinoamericano. Querían aprovechar el poder brindar no solo productos de la patria sino también un lugar donde los latinoamericanos pudieran sentirse como en casa.

 

“A pesar de que había muchas ganas, esta siempre está la duda no de por miedo, etc, pero finalmente pues creo que nos tiramos, a la limo por así decirlo, a ver qué pasaba? Pero sí creo que teníamos como ese sueño de hacer algo con respecto a nuestra cultura. Algo que marcará nuestra cultura en un país de primer mundo europeo.”

 

Sin embargo, traer productos del otro lado del mundo desde Latinoamérica ha sido un proceso complicado para el negocio. Debido a que los productos son importados, Sofía tiene que pasar por distribuidores que traen los productos latinoamericanos a Italia de forma legal. Ella trabaja con cinco distribuidores que ofrecen estos productos, con sede en Milán y Brescia. Después de esto, tiene que decidir qué productos comprar y se basa en la clientela de la tienda. Debido a que sus clientes son en su mayoría argentinos, peruanos, ecuatorianos y venezolanos, suele comprar más productos provenientes de estos países. La variedad de distribuidores ayuda a que la tienda tenga una variedad de productos latinoamericanos, ya que algunos se especializan en productos de un solo país o en traer frutas como plátanos.

Credito de la Foto: Sofia Ramirez Duque

Conseguir el producto no ha sido el único desafío al que se han enfrentado Sofía y su familia. La familia se fue de El Salvador debido a la inestabilidad económica y política que había atravesado el país a lo largo de los años. En ese momento, Sofía estaba feliz con el cambio, pero con el tiempo descubrió que adaptarse a la forma de vida europea sería más difícil de lo que había pensado.

 

Sofía tuvo que aprender italiano y se sintió aislada porque no podía comunicarse con los demás. Las diferencias culturales y lingüísticas hicieron que su mudanza fuera un proceso difícil por meses. A diferencia de la cultura latina con la que creció, Sofía descubrió que los italianos y los europeos eran más difíciles para poder establecer nuevas conexiones personales. Le costó formar amistades y lazos con los italianos porque, desde su punto de vista, son sectarios y no suelen hacer nuevos amigos fuera de sus círculos sociales. Desde que ella comenzó la escuela secundaria en Italia, vio de primera mano cómo algunos italianos y europeos no sabían mucho sobre América del Sur y Central. Menciona que hubo instancias en las que tuvo que explicar dónde estaba El Salvador y que allí se habla español.

 

Aunque su experiencia fue difícil al principio, lo que ayudó a asimilar a Sofía fue comprender las razones por las que su familia se mudó: tendría más oportunidades en Italia ya que “…no había trabajo [en El Salvador], no había dinero, no había oportunidad de nada.”

 

De esta lucha, sin embargo, surgió la esperanza. Los latinos de Piacenza recibieron muy bien la tienda, según Sofía. La tienda está ubicada cerca de los vecindarios donde vive la mayoría de los latinoamericanos y además continúan circulando nuevos productos cada dos semanas y tienen clientes frecuentes y nuevos.

 

Hoy, Tienda Latina no es solo un negocio, sino un centro comunitario para latinoamericanos en Piacenza y sus alrededores.

 

“Cada vez que entra alguien te lo prometo que siempre me dice es que en esos lugares me siento como en casa. Créeme que me entra una pequeña alegría porque es bonito”, agrega Sofía.

 

Sofía recuerda un caso específico en el que varios clientes venezolanos se encontraron por casualidad y conversaron durante media hora en la tienda. Esta instancia no es la única, ya que Sofía se toma el tiempo para conversar con quienes acuden a su tienda. No solo los productos atraen a los clientes, sino también la capacidad de Tienda Latina de transportar a las personas a sus países de origen por horas a través de su servicio amable, atento y simplemente latino. Sofía siempre se toma el tiempo para conversar con quienes entran a su tienda.

 

Sofía espera que en el futuro se tome más en cuenta a los latinos en Europa en las leyes y que estas comunidades sean más reconocidas. Es mucho más difícil para los inmigrantes iniciar negocios por sí mismos, sólo uno de los desafíos que enfrentaron Sofía y su familia en establecerse. Y con negocios como el de Sofía, ojalá las comunidades de nuestros hermanos y hermanas latinos en Europa sigan siendo más visibles.


Si alguna vez te encuentras en Piacenza, asegúrate de visitar Tienda Latina y consulta su Facebook para obtener más información:

https://www.facebook.com/profile.php?id=100066835325891

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